Historia

La sección de Cine y TV fue creada en 1971, como parte del Departamento de Comunicaciones de la Secretaría Nacional de Extensión y Comunicaciones, unidad administrativa surgida de la reforma universitaria y la promulgación del Estatuto Orgánico de la Universidad Técnica del Estado. Anteriormente, las actividades de esta índole estuvieron disgregadas en varios organismos, a cargo de personal no especializado y sin objetivos comunes. El primer intento por unificar estas tareas fue la creación en 1968 del Área de Extensión, dirigido por Yerko Moretic. Asimismo, en 1969, se reorganizó la Cineteca UTE, que mediante la exhibición de films, cursos de fotografía y apreciación fotográfica, se impuso el objetivo de tener “como preocupación permanente complementar las tareas docentes de la universidad, contribuyendo al perfeccionamiento técnico, científico y artístico del alumnado, profesores y personal administrativo de la universidad, como también de la comunidad extrauniversitaria” (Circular 175, 2 de junio de 1969).

Con la reforma, y su objetivo primordial de transformar y democratizar las viejas estructuras universitarias, la naciente Secretaría Nacional de Extensión y Comunicaciones tuvo la misión de difundir el arte y el conocimiento para fomentar la conciencia crítica y contribuir en la formación de una cultura nacional y popular, bases de una nueva sociedad. De este modo, en palabras de Enrique Kirberg,

“se inició un nuevo concepto de la extensión universitaria, arrancándola de los claustros, a los que sólo podían acceder las élites intelectuales, para llevarla al pueblo, especialmente a aquellos sectores excluidos secularmente de la cultura. La Secretaría Nacional de Extensión y Comunicaciones puso el acento en el estímulo a la creación y el desarrollo de una conciencia progresista en todos los ámbitos de la sociedad, aparejado al disfrute de la cultura, el arte, la técnica por parte de las grandes masas. Todo el sistema de la Universidad Técnica del Estado destinó, desde su base hasta los niveles superiores, personal y medios que llegaron a todos los sectores con las escuelas de temporada, audiciones radiales, ediciones de libros, revistas, periódicos y carteles; cine, teatro, música, ballet y folclor” (Kirberg, 1981, pp. 151 y 152).

La fundación de Cine y TV UTE se consolidó con la incorporación del cineasta Fernando Balmaceda, a quien el rector Kirberg ofreció dirigir la unidad. Junto a él, trabajó un grupo de realizadores y productores de cine,  publicistas y diseñadores. Este equipo estuvo conformado, entre otros, por Rubén Soto, Antonio Moreno, Antonio Ottone, Jaime Ortiz, Oscar Lepeley, Juan Contreras, José Román, Gustavo Araya, Eduardo Lazcano, Hernán Fliman, Jorge Stipic, Federico Quilodrán, Max Laulie, Luis Alarcón, Octavio Cortés, Alejandro Lillo del Campo y Juan Polanco.

Los integrantes de la sección se describieron como “un grupo de profesionales jóvenes apoyados por la experiencia de otros ya iniciados, con responsabilidad y entrega en la meta que nos han trazado las autoridades de nuestra universidad. Para materializar nuestro propósito contamos con equipos de proyección portátil, microcine, elementos de arte, filmadoras en 16 y 35 mm y diversos accesorios de sonido” (Folleto de Cine y TV, UTE).

El propósito central fue «investigar, experimentar, divulgar y ejercer la docencia en el campo de la realización cinematográfica y televisiva”, bajo la premisa que la producción audiovisual promovía la reacción del espectador ante su realidad, promoviendo y fomentando la conciencia y la actitud crítica. Por otra parte, el Departamento se planteó participar del movimiento cinematográfico progresista, “promover el desarrollo de una cinematografía chilena, de vocación latinoamericana, (…) que sea un puente hacia sí mismo, que sea un arma de combate”  (Fundamentos teóricos para la creación del Departamento de Cine y TV, 1970, p. 3).

Así, la misión de Cine y TV UTE se organizó en cinco tareas: informar las gestiones docentes y culturales de la universidad, fomentar el gusto por las artes audiovisuales, cooperar en la formación de nuevos profesionales, participar en los proyectos encargados por la institución y apoyar iniciativas de la empresa estatal y privada.

La realización de documentales fue uno de los trabajos más destacados del departamento. El primero de ellos, El Sueldo de Chile, dirigido por Fernando Balmaceda, fue estrenado el 3 de septiembre de 1971 en el Cine Gran Palace. Esta producción obtuvo el primer lugar en el Festival de Cine de Leipzig, Alemania, en 1973. Otras producciones fueron Compromiso con Chile de Fernando Balmaceda y Pulpomomios a la chilena dirigida por Antonio Ottone con dibujos de Oski, ambas estrenadas en 1972. Durante la primera etapa, se iniciaron documentales por encargo de organismos como la Corporación de Vivienda, la Corporación de la Reforma Agraria, la Caja de Previsión y el Instituto Antártico Chileno, sin embargo, no se alcanzaron a terminar por el golpe de Estado de septiembre de 1973. El único de estos documentales que se estrenó fue Hombres de Hierro dirigido por José Román y producida por Rubén Soto, film encargado por la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP) que buscaba mostrar la dimensión social de la nacionalización de la empresa.

Por otra parte, los integrantes de la unidad estuvieron a cargo de registrar los eventos más relevantes realizados en la universidad, como la visita de Salvador Allende y Fidel Castro a la UTE en 1971, y la de Ángela Davis, activista y filósofa estadounidense, en el mismo año. Se dedicaron, asimismo, a registrar las actividades durante los rodajes, filmar las actividades universitarias, y a grabar spots comerciales y programas para la televisión nacional “sobre variados aspectos, además de realizar pequeñas notas para los informativos de televisión y una serie de programas especiales, durante la semana de ingreso del año 1972” (Alfaro, 2012). La gestión de la Cineteca UTE también estuvo a cargo del departamento, mediante donaciones extranjeras y adquisiciones de la universidad.

Otra de las actividades de la sección fue desarrollar un programa de formación académica, cuyo objetivo a largo plazo era la creación de una Escuela de Cine que formara profesionales que contribuyeran al desarrollo de la cinematografía nacional. El curso permanente de cinematografía buscó formar y capacitar, en la realización cinematográfica documental, a personal técnico que pudiera desempeñarse en cinetecas, sindicatos, casas de cultura, u otros organismos, como también de profesores de cine en escuelas secundarias. La carrera otorgaba el título de Documentalista, en tres especialidades: Director Documentalista, Director de Fotografía y Director de Producción; a ella podían postular alumnos egresados de la secundaria a quienes se les realizaba un test de orientación vocacional para ocupar uno de los 20 cupos que ofrecía. Con una duración de dos años, la carrera de cinematografía comenzó en 1971, con el objetivo de tener los primeros técnicos egresados en 1973, año que se proyectaba tener en funcionamiento el canal de televisión de la UTE.

El anhelo de un canal de televisión para la UTE

Con ocasión del Mundial de Fútbol de 1962, el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez decidió conceder a las universidades de la capital la facultad exclusiva para transmitir el evento deportivo. Autoridades de la UTE realizaron una serie de reuniones y estudios para establecer cómo la universidad podía participar en esta materia, pues tenían la convicción sobre la necesidad de aprovechar las transmisiones de televisión para desarrollar un amplio programa cultural, recreativo e informativo. La opinión de Alfredo Serey, representante de la Organización de Técnicos de Chile (OTECH) ante el Consejo Universitario, sintetiza lúcidamente la aspiración de la universidad y la necesidad de preocuparse por el tema, para

“no continuar a la zaga sino a la vanguardia del progreso técnico y científico, obligación que le impone su condición de Universidad Técnica. Es decir, debe aprovecharse el hecho circunstancial de la solución propuesta con motivo del Campeonato Mundial de Football de 1962, para darle carácter definitivo, en forma de llenar el enorme vacío que se ha venido permanentemente haciendo notar acerca del establecimiento de los grados de técnicos e ingenieros en radioelectrónica, instalando laboratorios y talleres para que la universidad construya sus propios elementos y equipos, fuentes valiosas de práctica y de investigación para el devenir” (Acta 294 del Consejo Universitario, 1961).

Pese al interés existente y al hecho de que ya estaba concedido el canal correspondiente, no había en la universidad equipos, personal técnico ni dinero para contar con ello. Por este motivo, fue suscrito un contrato ad-referéndum con Sociedad Chilena Radiodifusora Radio Minería que fue ratificado por el Consejo Universitario, para contar con todos los equipos necesarios para montar una estación de televisión, además del respaldo técnico para su utilización. Del mismo modo, fue gestionado un curso en la Universidad de Chile para quienes se interesaran en especializarse en aspectos técnicos que el canal requería para su funcionamiento. Las iniciativas para que la UTE transmitiera el campeonato mundial fueron frustradas, pues el Ministro del Interior no dio las facilidades a la universidad por estar participando en las negociaciones una empresa de radiodifusión. Las razones esgrimidas por el gobierno fueron que debía evitarse cualquier interés comercial en las transmisiones de los partidos de fútbol, aunque solo la participación fuera la entrega provisoria de los equipos técnicos.

Luego del Mundial de 1962 continuaron las gestiones para conseguir un canal de televisión para la UTE. Las nuevas negociaciones con el gobierno de Eduardo Frei Montalva no tuvieron resultados, además fueron negados créditos gubernamentales a la universidad para importar el equipamiento técnico necesario para la instalación del canal de televisión.

Durante el gobierno de Salvador Allende Gossens fue enviado al Congreso un proyecto que modificaba la ley n°17.377, la cual permitía sólo a la Universidad de Chile, Universidad Católica y Universidad Católica de Valparaíso tener un canal de televisión, copando las capacidades de frecuencia de los canales existentes. El cambio en la ley contemplaba ampliar el derecho a todas las universidades reconocidas por el Estado a operar y explotar canales de televisión. En la UTE emergió un movimiento, liderado por la Asociación de Profesores y Empleados de la UTE (APEUT) y la Federación de Estudiantes (FEUT), para apoyar el proyecto del gobierno y lograr que la universidad tuviera un canal de televisión.

El Departamento de Cine y TV fue el encargado de estructurar el Canal UTE TV11. La universidad ya contaba con la autorización para transmitir y se había programado la salida al aire del canal para la primavera del año 1973. El golpe militar de septiembre impidió que estos planes se concretaran.

El Departamento de Cine y TV en dictadura

Con la intervención cívico- militar en la UTE, luego del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, la estructura administrativa de la universidad cambió. La Secretaria Nacional de Extensión y Comunicaciones fue reemplazada por una nueva división denominada Vicerrectoría, responsable de coordinar y programar la extensión universitaria y los medios de comunicación según la política del rector. Ésta fue compuesta por dos direcciones: la Dirección de Extensión, a cargo de los departamentos de Extensión Docente y de Extensión Cultural, y la Dirección de Comunicaciones, al mando de los departamentos de Radiodifusión, de Cine y TV, y de Editorial e Imprenta.

Percy Eaglehurst, antiguo funcionario de Extensión y Comunicaciones, asumió el cargo de vicerrector. Como la mayoría de los integrantes del Departamento de Cine y TV fueron expulsados de la universidad luego del golpe de Estado –con excepción de Rubén Soto que se mantuvo en el departamento por unos meses después de septiembre– la tarea inicial del nuevo vicerrector fue contratar personal para la unidad. El primer encargado en esta nueva etapa fue Antonio Freire, profesional audiovisual participante de las fundaciones de canal 9 y Televisión Nacional. Freire incorporó al departamento a sus ex alumnos César Labbé, Ricardo Nercelles y Mario García. Fue reemplazado por Enrique Sepúlveda, quien por sus vínculos laborales con el canal 9 de la Universidad de Chile, gestionó la exhibición de trabajos del departamento en ese canal para dar a conocer las actividades de la UTE. Como encargado del área musical, asumió el realizador audiovisual Jaime Atria, Hugo Castillo se integró al área de animaciones y título de documentales, y como asistentes las alumnas de la carrera de publicidad, Rosa María Gálvez y María Victoria Fauré. Se integraron también Rolando Karmy, Jorge Tapia, Cristián Sánchez e Ignacio Aliaga, provenientes de la Escuela de Artes de la Universidad Católica, y Hernán Garrido, jefe de camarógrafos de prensa del canal 9.

Durante este período, el Departamento de Cine y TV tuvo la misión de informar acerca del quehacer de la universidad, cubriendo actividades por solicitud de rectoría o vicerrectoría. Con nuevo equipamiento técnico que llegó a la universidad en 1974 –había sido encargado por Fernando Balmaceda y Rubén Soto el año anterior– se filmaron documentales sobre carreras de la UTE, como también películas de teleducación que se transmitieron en canales nacionales. Los integrantes se encargaron asimismo, de mantener el trabajo de la cineteca, archivar el material que se producía en la unidad y organizar exhibiciones de films y festivales, “distribuyendo material didáctico y entregando información a través de foros y conferencias a cargo de especialistas” (Muñoz, 1987, p.  191). Participó en la presentación de la primera muestra de televisión en color de Chile, en el Teatro Camilo Henríquez, lugar donde también se realizaron los festivales anuales de cine francés.

En conjunto con la Embajada de Estados Unidos, el departamento realizó el documental Marihuana, que fue transmitido por Televisión Nacional como parte del proyecto de Televisión Educativa, “Teleducación”, y el cual buscaba advertir sobre las complicaciones a la salud que producía el consumo de drogas. Asimismo, se registró en la producción Visita Presidencial, la visita que Augusto Pinochet realizó a las dependencias universitarias en el año 1975. Ese mismo año se estrenó el documental dirigido por María Victoria Fauré, “Buenos días, tía” realizado en conjunto con la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI).

Hasta 1978 el Departamento de Cine y TV continuó con sus actividades. En este periodo comenzaron a eliminarse las tareas correspondientes a extensión: termina el teatro Teknos, fue vendida la imprenta y despidieron a gran parte de los integrantes de Cine y TV, quedando el departamento sin personal en el área de producción audiovisual. Finalmente, la unidad fue cerrada pues las nuevas autoridades consideraron que el cine y la producción audiovisual no tenían importancia. Lo único que se mantuvo fue la Cineteca UTE, a cargo de Ignacio Aliaga hasta su despido por motivos políticos en 1981.