Artes escénicas en la UTE


 

El teatro, la danza y el circo en la Universidad Técnica del Estado comenzaron a desarrollarse muy poco después de la creación oficial de la propia Universidad.

En sus comienzos se canalizaron  principalmente a través de dos grandes agrupaciones: El Teatro Teknos (1958) y el Ballet Folclórico (BAFUTE), fundado el año 1965. Ambos grupos se iniciaron por motivación de estudiantes, pero con el paso de los años se profesionalizaron hasta ser considerados elencos oficiales de la UTE. Otros casos destacados son el Circo Minero (1951), considerado el único circo de Chile conformado  únicamente por estudiantes; el Teatro Nuevo Popular (1968) desarrollado al alero del Convenio CUT-UTE; y el TEPA, fundado en 1971, dirigido a trabajadores y campesinos y dictado por la reconocida dramaturga Isidora Aguirre, quien se desempeñó como funcionaria de la Secretaría Nacional de Extensión y Comunicaciones.

Avanzada la década del 60 Teknos y BAFUTE  alinearon fielmente su quehacer a los mandatos de la Reforma Universitaria iniciada en 1968. Por esos años la Universidad Técnica del Estado llevaba a cabo un importante proceso de democratización institucional, así como  también participaba activamente del escenario político de la época, en el cual emergieron  obreros y estudiantes como nuevos sujetos que venían a transformar el orden de la universidad y del país. Dentro de los imperativos de la Reforma Universitaria liderada por el Rector Enrique Kirberg, estuvo poner acento en la democratización cultural. En ese contexto, los elencos artísticos de la UTE de ese periodo no solo se dedicaron a desarrollar sus talentos artísticos, sino, por sobre todo, a llevar sus presentaciones de danza y teatro a la mayor cantidad de puntos del país, para que todos los sectores de la sociedad pudieran acercarse al arte que hasta ese momento había sido privilegio de la elite y de grupos más letrados. En ese sentido, un aspecto importante a destacar fue el surgimiento de conjuntos teatrales en las sedes de la Universidad como lo fueron el Conjunto Teatral Factum, en Punta Arenas; el Conjunto de Teatro y Arte UTEVA, en Valdivia; el Conjunto FEUT, en Concepción, y el grupo de teatro, en Temuco.

Si hay algo que caracteriza a la danza, el teatro y la dramaturgia de la UTE es que se movió en muchos sentidos: sacó a los actores del escenario y los llevo a la calle; hizo que los obras viajaran por todo Chile y Latinoamérica; puso en el público a gente que nunca había visto un conjunto teatral o de danza; adaptó montajes tradicionales y los convirtió en reflejos del Chile de esa época; se presentaron en campamentos mineros, sindicatos, plazas públicas, poblaciones. En definitiva, pusieron la cultura en nuevas manos y participaron con ello de un proyecto político y cultural en que el arte, por primera vez, era de todos.